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Emus, las aves vivas más grandes nativas de Australia, pueden funcionar a velocidades notables. En promedio, pueden alcanzar velocidades de hasta 50 kilómetros por hora (aproximadamente 31 millas por hora). Sin embargo, se han registrado algunas emus corriendo a velocidades de hasta 70 kilómetros por hora (43 millas por hora), lo que las convierte en una de las aves más rápidas en tierra.
Los emus son conocidos por sus largas y poderosas piernas y por la capacidad de cubrir largas distancias rápidamente. Sus piernas están adaptadas para la velocidad, con músculos fuertes y dedos largos y resistentes que actúan como resortes, impulsándolos hacia adelante. También poseen un buen equilibrio y agilidad, lo que les permite cambiar de dirección rápidamente mientras se ejecutan.
Estas impresionantes capacidades de funcionamiento tienen múltiples propósitos para Emus. Usan su velocidad para escapar de los depredadores, como los dingos, los perros salvajes y los zorros, que representan amenazas para su supervivencia. Emus puede superar a la mayoría de los depredadores, dándoles una ventaja significativa para evitar el peligro.
Además, sus habilidades de carrera permiten a las emus migrar largas distancias en busca de alimentos y hábitats adecuados. Durante la temporada de reproducción, las EMU cubren un terreno sustancial en su búsqueda de compañeros y sitios de anidación apropiados. Su velocidad les ayuda a explorar vastas áreas de manera eficiente y localizar los recursos necesarios para su supervivencia.
Vale la pena mencionar que Emus, a pesar de su velocidad, no es excepcionalmente ágil cuando se trata de cambiar de dirección o navegar a través de una vegetación densa. Se destacan en espacios abiertos donde pueden mantener una ejecución constante e ininterrumpida.
En general, la capacidad de la UEM para funcionar a velocidades notables es un rasgo de supervivencia crucial, lo que le permite evadir a los depredadores, migrar de manera efectiva y prosperar en los entornos exigentes de sus hábitats nativos en Australia.