# >> Mascota información > >> Perros >> En relación con los perros
Érase una vez, en un bullicioso corral lleno de una colección de animales, un gallo peculiar llamado Chuck se abrió paso en el centro de atención. Con sus vibrantes plumas rojas y un cuervo distintivo que podía despertar incluso a las vacas más durmientes, Chuck era la estrella indiscutible del corral.
Una mañana crujiente, mientras el sol se asomaba por el horizonte, Chuck anunció a sus compañeros animales de granja que se embarcaba en una carrera de comedia de pie. Los animales se sorprendieron, con los ojos muy abiertos de incredulidad.
"¿Un gallo? ¿Haciendo comedia?" Se rió entre dientes la vaca escéptica, Daisy.
"No creo que nadie haya oído hablar de tal cosa", mimó el viejo toro, Ferdinand.
Pero Chuck estaba determinado. Con su fiel peine rojo como su micrófono, comenzó a elaborar chistes y observaciones hilarantes sobre la vida en la granja. Habló sobre las travesuras de los lechones traviesos, las interminables disputas entre las ovejas y las cabras, y la relación de amor y odio entre el granjero y su gruñón burro.
Cuando la reputación de Chuck se extendió más allá del corral, los animales de las granjas vecinas acudieron en masa hasta sus actuaciones de costilla. Sus espectáculos se convirtieron en la charla de la ciudad, e incluso el granjero no pudo resistirse a reírse de las ingeniosas comentarios de Chuck.
Con cada actuación exitosa, Chuck no solo trajo risas a su audiencia de cuatro patas, sino que también les recordó el poder del humor en su vida cotidiana. Y así, el gallo-comediano continuó entreteniendo, difundiendo alegría y risas donde quiera que fuera, demostrando que incluso en un corral lleno de animales parlantes, la comedia realmente no conocía límites.