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El tratamiento del traumatismo esplénico depende de la gravedad de la lesión y puede incluir:
Observación: Las lesiones menores que no causan sangrado significativo ni daño al bazo pueden tratarse con observación. Esto implica monitorear los signos vitales, los recuentos sanguíneos y los síntomas abdominales del paciente.
Manejo no operativo: Algunos pacientes con lesiones más graves pueden ser candidatos para un tratamiento no quirúrgico, que incluye:
- Reposo en cama
- Vigilancia estrecha
- Transfusiones de sangre para reemplazar cualquier volumen de sangre perdido.
Cirugía: Si el bazo está gravemente dañado o sangra activamente, puede ser necesaria una cirugía. Las opciones quirúrgicas incluyen:
- Esplenectomía (extirpación del bazo)
- Esplenorrafia (reparación del bazo)
- Esplenectomía parcial (extirpación de una porción del bazo)
En casos de hemorragia masiva o lesiones potencialmente mortales, es posible que se requiera una cirugía de emergencia para controlar la hemorragia y estabilizar al paciente.
Después del tratamiento, los pacientes pueden requerir atención de seguimiento para controlar las complicaciones y garantizar una curación adecuada. En algunos casos, puede ser necesaria una monitorización a largo plazo para evaluar posibles problemas funcionales o infecciones relacionadas con la lesión del bazo.