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Depende de la gravedad de su asma y de su alergia a los gatos. Si tienes asma leve y no eres muy alérgico a los gatos, es posible que puedas convivir con un gato sin ningún problema. Sin embargo, si tienes asma grave o eres muy alérgico a los gatos, lo mejor es evitar tener un gato en casa.
Si decide tener un gato, hay algunas cosas que puede hacer para reducir el riesgo de sufrir un ataque de asma:
* Mantén a tu gato fuera de tu dormitorio.
* Lávate las manos después de acariciar a tu gato.
* Aspire su casa con regularidad.
* Utilice un purificador de aire con filtro HEPA.
* Evite el uso de velas aromáticas, ambientadores y otros productos que puedan desencadenar su asma.
Si tienes alguna duda sobre si debes o no tener un gato, habla con tu médico.