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Si bien algunas enfermedades pueden transmitirse de gatos a perros, el riesgo de que esto suceda es generalmente bajo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta lo siguiente:
* Fiebre por arañazo de gato: Se trata de una infección bacteriana que se puede transmitir a los perros a través de arañazos o mordeduras de gatos infectados. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, fatiga e inflamación de los ganglios linfáticos.
* Toxoplasmosis: Esta es una infección parasitaria que se puede transmitir a los perros a través del contacto con heces de gato o carne cruda infectada. Los síntomas incluyen fiebre, letargo y vómitos.
* Virus de la leucemia felina: Este virus se puede transmitir a los perros a través del contacto cercano con gatos infectados. Sin embargo, los perros no suelen ser susceptibles al virus de la leucemia felina, por lo que el riesgo de infección es bajo.
* Virus del moquillo canino: Si bien se trata principalmente de una enfermedad de perros, los gatos también pueden portar y transmitir el virus. Los perros pueden infectarse con el virus del moquillo canino a través del contacto directo con gatos infectados o mediante el contacto con objetos contaminados, como ropa, platos de comida o ropa de cama.
Es importante mantener a su gato al día con sus vacunas y practicar una buena higiene, como lavarse las manos después de manipularlo o limpiar su caja de arena. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de transmitir enfermedades de gatos a perros.
Además, si tienes un gato y un perro, es importante mantenerlos separados para minimizar el riesgo de infección cruzada.