El clima de una región en particular determina los tipos de plantas y animales que se encuentran allí.

La afirmación es cierta.

El clima de una región en particular juega un papel crucial a la hora de determinar los tipos de plantas y animales que se encuentran allí. El clima abarca varios factores como la temperatura, las precipitaciones, la humedad, la luz solar y los patrones de viento. Estos factores influyen en el crecimiento, la supervivencia y la adaptación de diferentes especies de plantas y animales. Por ejemplo:

- En las regiones tropicales con altas temperaturas y abundantes precipitaciones encontramos una exuberante vegetación, diversas especies vegetales y una amplia gama de animales adaptados a ambientes cálidos y húmedos.

- Los desiertos, caracterizados por temperaturas extremas, disponibilidad limitada de agua y baja humedad, sustentan plantas y animales que pueden tolerar condiciones áridas. En estas regiones son comunes los cactus, los arbustos del desierto y los reptiles como serpientes y lagartos.

- Las regiones templadas con climas moderados permiten el crecimiento de árboles de hoja caduca, plantas con flores estacionales y diversas especies animales que pueden adaptarse a los cambios de temperatura.

- Las regiones polares, con temperaturas gélidas y luz solar limitada, tienen ecosistemas únicos que sustentan plantas y animales adaptados al frío, como musgos, líquenes, osos polares y focas.

Por lo tanto, el clima de una región actúa como un filtro, determinando la presencia o ausencia de plantas y animales específicos que albergan, dando forma a la biodiversidad y las comunidades ecológicas dentro de ese entorno.