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Adaptaciones visuales para visión de gran angular
Los tortolitos tienen una visión notable, con ojos colocados en los lados de sus cabezas, proporcionándoles un amplio campo de visión panorámico. Esta disposición les permite detectar posibles depredadores, monitorear su entorno y localizar alimentos, todo sin tener que volver la cabeza en exceso.
Percepción del color:colores vibrantes para la atracción y la supervivencia
Los tortolitos, como muchas especies de aves, poseen excelentes capacidades de discriminación de color. Sus ojos contienen células fotorreceptoras específicas llamadas conos que son sensibles a un amplio espectro de colores, incluida la luz ultravioleta (UV). Esta visión UV permite a los tortolitos percibir colores invisibles para los humanos y discernir variaciones dentro de sus entornos visuales que son cruciales para encontrar alimentos y elegir compañeros.
agudeza visual:vista afilada para tareas precisas
Los tortolitos también tienen agudeza visual aguda, lo que les permite ver detalles y movimientos finos a una distancia considerable. Esta agudeza es particularmente importante para localizar pequeños alimentos, como semillas e insectos, en medio del follaje denso o en condiciones de poca luz. Su capacidad para percibir detalles minuciosos también ayuda a distinguir entre posibles compañeros, competidores y depredadores dentro de su entorno.
Visión monocular:campo de visión independiente para cada ojo
Los tortolitos, similares a otras aves, poseen visión monocular. Esto significa que cada ojo funciona de forma independiente, proporcionándoles campos de visión separados. Esta estrategia visual les permite ver y procesar información visual desde su entorno simultáneamente. Contribuye a su capacidad para detectar movimientos, medir distancias y navegar a través de entornos complejos con notable precisión.
Percepción de profundidad:navegación de espacios tridimensionales
Los tortolitos han desarrollado una percepción de profundidad, lo que les permite percibir el mundo en tres dimensiones y estimar con precisión las distancias. Esta habilidad es crucial para una variedad de tareas, como encontrar alimentos, aterrizar en ramas y evitar obstáculos durante el vuelo. Su visión binocular, con campos de visión ligeramente superpuestos, les permite medir la profundidad al comparar la información visual recibida de cada ojo.
En resumen, los tortolitos han desarrollado notables adaptaciones visuales que les permiten ver en colores vibrantes, percibir detalles finos y navegar por su entorno con precisión. Estas capacidades visuales juegan roles vitales en su supervivencia, comportamiento de alimentación e interacciones sociales, lo que permite que los tortolitos prosperen en sus diversos hábitats en todo el mundo.