¿Qué relaciones simbióticas tiene el águila calva?

mutualismo con microbiota intestinal:

Las águilas calvas tienen una rica comunidad de microbiota intestinal que ayudan al pájaro a digerir su comida. Las microbiota intestinal son microorganismos, como bacterias y hongos, que residen en el sistema digestivo del águila. Ayudan a descomponer alimentos complejos, como pescado y otras presas, en componentes más pequeños y más digeribles. El águila, a cambio, proporciona un ambiente protegido para que la microbiota prospere y se reproduzca.

Comensalismo con ectoparásitos:

Se sabe que las águilas calvas albergan varias especies de ectoparásitos, como piojos y ácaros. Estos ectoparásitos residen en el cuerpo del águila y pueden beneficiarse de los nutrientes que obtienen de las plumas o la piel del pájaro. Si bien la presencia de ectoparásitos puede causar cierta incomodidad o irritación en el águila, su impacto en la salud y supervivencia general del ave generalmente es mínimo.

Competencia interespecífica con otros depredadores:

Las águilas calvas participan en una competencia interespecífica con otros depredadores para el acceso a recursos compartidos, como la comida y el territorio. Por ejemplo, pueden competir con otras aves rapaces, como águilas doradas, halcones de cola roja o águila pescadora, por terrenos de caza o sitios de anidación. Si bien esta competencia puede ser intensa en ciertas áreas, también promueve la biodiversidad al evitar que cualquier depredador domine un ecosistema particular.