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¿Por qué el águila calva casi se extinguió en el siglo XX?

El águila calva casi se extinguió en el siglo XX debido a varios factores. Aquí hay algunas razones clave:

1. DDT Preisening: El uso generalizado del DDT de pesticidas (diclorodipheniltricloroetano) tuvo un impacto devastador en las poblaciones de águila calva. DDT acumuló en el medio ambiente e ingresó a la cadena alimentaria, alcanzando altas concentraciones en aves de presas como águilas. El DDT interrumpe el metabolismo del calcio, lo que lleva al adelgazamiento de la cáscara de huevo y la falla reproductiva en las águilas. Como resultado, las poblaciones de águila calva experimentaron una fuerte disminución en sus tasas reproductivas y el éxito de anidación.

2. Pérdida y destrucción del hábitat: La destrucción y fragmentación de los hábitats de águila calva jugaron un papel importante en su disminución de la población. Desarrollo urbano rápido, deforestación y actividades industriales invadidas en sus sitios de anidación, terrenos de caza y áreas de posa. La pérdida de hábitats adecuados redujo la capacidad de carga del medio ambiente e hizo que sea difícil para las águilas calvas encontrar recursos adecuados para sobrevivir y prosperar.

3. Caza y persecución: Las águilas calvas también estaban sujetas a caza y persecución, lo que contribuyó a su declive de la población. Históricamente, fueron asesinados por deporte, caza de trofeos o como amenazas percibidas para ganado o pesca. La creencia de que las águilas se aprovecharon del ganado y otras especies económicamente importantes llevaron a su persecución y su sacrificio deliberado.

4. Colección y perturbación de huevos: Los nidos de águila calva a menudo fueron atacados por los coleccionistas de huevos, lo que reduce aún más su éxito reproductivo. La práctica de recolectar huevos de águila para fines científicos o ornamentales interrumpió los intentos de anidación y pone en peligro la supervivencia de sus crías.

5. Envenenamiento secundario: Las águilas calvas también pueden haber sido afectadas por el envenenamiento secundario de consumo de especies de presas que habían acumulado sustancias tóxicas, como el plomo de los plotas de pesca o el mercurio de los contaminantes industriales.

La combinación de estos factores llevó a la población de águila calva al borde de la extinción. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de conservación, incluida la prohibición de DDT, la implementación de leyes y regulaciones de protección, campañas de concientización pública y proyectos de restauración de hábitat, la población de águila calva se ha recuperado notable y ya no se considera en peligro.