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Protección
La cáscara de huevo proporciona una barrera protectora robusta pero flexible para el embrión en desarrollo y su yema y albúmina circundantes. Desempeña un papel crucial en la protección del embrión del daño mecánico, la pérdida de humedad y las fuerzas físicas potenciales que pueden surgir durante la incubación. La fuerza y la estructura del caparazón evitan el agrietamiento y la rotura, asegurando la supervivencia y el crecimiento saludable del embrión en el interior.
intercambio de gas
La cáscara de huevo es porosa, lo que permite un intercambio eficiente de gases entre el embrión en desarrollo y el entorno externo. Durante la incubación, el embrión consume oxígeno y libera dióxido de carbono como residuos. La naturaleza porosa de la concha facilita este intercambio gaseoso, permitiendo suficiente suministro de oxígeno y la eliminación adecuada de los gases residuales, que son esenciales para la respiración del embrión y los procesos metabólicos.
Balance de agua
La cáscara de huevo juega un papel fundamental en el mantenimiento del nivel de humedad apropiado dentro del huevo, evitando la pérdida excesiva de agua del contenido del huevo. Este equilibrio hídrico es crucial para el desarrollo y el crecimiento adecuados del embrión, asegurando que el embrión reciba una hidratación adecuada durante todo el período de incubación.
Defensa contra microorganismos
La cáscara de huevo sirve como una defensa natural contra la invasión de microorganismos externos, incluidas bacterias y virus, que podrían representar una amenaza significativa para la salud y la supervivencia del embrión. La cáscara de huevo actúa como una barrera física y también está compuesta por sustancias antimicrobianas, como la lisozima, que ayudan a inhibir o matar cualquier microorganismo que entre en contacto con la cubierta.
Fuente de nutrientes
Al eclosionar, el pollito recién emergido absorbe la yema y la albúmina restantes, que son fuentes esenciales de nutrientes para su crecimiento y desarrollo. En particular, la cáscara de huevo contiene calcio, que es crucial para la formación adecuada de la estructura esquelética del pollito. El pollito puede consumir los fragmentos restantes de la cáscara de huevo, proporcionándole el calcio necesario y otros minerales.
Regulación de la temperatura y la humedad
La cáscara de huevo contribuye a la regulación de los niveles de temperatura y humedad dentro del huevo. Durante la incubación, la cáscara de huevo interactúa con el entorno circundante y ayuda a mantener las condiciones óptimas de temperatura y humedad necesarias para el desarrollo normal del embrión.
En general, la cáscara de huevo es un componente multifacético e indispensable del ciclo de vida de un pollo, que sirve múltiples funciones vitales que aseguran la supervivencia, la protección y el desarrollo adecuado del embrión y el pollito recién nacido.