¿Cuáles son algunas de las cosas que tienen las llamas que les ayudan a sobrevivir en su hábitat?

Pelaje grueso:

Las llamas tienen un pelaje grueso que las ayuda a aislarse de las frías temperaturas en sus diversos hábitats.

Pies acolchados:

Sus pies tienen suelas suaves y acolchadas que los adaptan bien para caminar sobre terrenos rocosos.

Uñas de los pies extendidas:

Las uñas anchas y extendidas de las llamas brindan estabilidad adicional mientras navegan por las laderas de sus hábitats montañosos.

Cuellos largos:

Las llamas tienen cuellos largos y flexibles que les permiten alcanzar la vegetación en niveles más altos en sus entornos.

Digestión eficiente:

Las llamas tienen un sofisticado sistema estomacal de cuatro cámaras que les permite digerir eficientemente plantas duras y fibrosas que se encuentran comúnmente en sus hábitats.

Comportamiento social:

Las llamas son animales sociales y viven en manadas. Esta vida comunitaria brinda protección contra los depredadores y facilita la alimentación y la migración coordinadas.

Instintos de pastoreo:

Las llamas tienen un fuerte instinto de pastoreo y los humanos suelen utilizarlas para gestionar y proteger el ganado.

Adaptación a la altitud:

Ciertas razas de llamas, como las llamas del "Altiplano" o las llamas de "Puno", están bien adaptadas a vivir en regiones de gran altitud con bajos niveles de oxígeno.

Cría selectiva:

Los humanos han criado llamas selectivamente para mejorar ciertos rasgos, como la calidad del vellón o la conformación, haciéndolas más adecuadas para hábitats o fines agrícolas específicos.

Patrones de migración:

Algunas llamas muestran patrones de migración estacional para aprovechar la disponibilidad variable de pastos y evitar condiciones duras en ciertos hábitats.