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Los estudios de Harlow, realizados por Harry Harlow en la década de 1950, a menudo se citan como evidencia de que el aislamiento social temprano puede dañar permanentemente los monos rhesus infantiles. Si bien los estudios mostraron efectos negativos severos y duraderos en los monos, es importante ser cauteloso al interpretar el "daño permanente" .
Aquí hay un desglose:
* Los experimentos :Harlow separó a los monos infantiles de sus madres y los crió de forma aislada. Creó dos madres sustitutas, una hecha de malla de alambre y una cubierta de suave terrycloth. Los monos preferían a la madre de tela a pesar de que no ofrecía comida ni calidez.
* Efectos observados :Los monos aislados exhibieron graves problemas emocionales y de comportamiento. Tenían miedo, retirados e incapaces de interactuar con otros monos. Se dedicaron a comportamientos autolesionados, que incluyen balancear, morder y sacar su propio cabello.
* Efectos a largo plazo :Si bien los monos aislados mostraron una mejora significativa después de ser reintroducidos en grupos sociales, continuaron exhibiendo algunos déficits sociales y emocionales a lo largo de sus vidas. Por ejemplo, tenían más probabilidades de ser agresivos y menos exitosos en el apareamiento.
Puntos clave a considerar:
* Daño permanente :Es difícil concluir definitivamente que los efectos fueron "permanentes" ya que los monos nunca fueron estudiados durante toda su vida útil.
* Extrapolación a los humanos :Si bien los estudios de Harlow proporcionan información valiosa sobre la importancia de la interacción social temprana, es importante ser cauteloso al extrapolar los hallazgos directamente a los humanos. Los bebés humanos son mucho más complejos y tienen diferentes trayectorias de desarrollo.
* Preocupaciones éticas :Los estudios de Harlow han sido criticados por sus implicaciones éticas, ya que involucraron la infligencia deliberada de angustia y privación en animales infantiles.
Conclusión :Los estudios de Harlow proporcionan evidencia convincente de que el aislamiento social temprano puede tener efectos negativos profundos y duraderos en el desarrollo de monos infantiles. Sin embargo, es importante reconocer las limitaciones de los estudios y evitar exagerar las conclusiones, particularmente al aplicarlas al desarrollo humano.