¿A qué sabe la leche de vaca fresca?

La leche de vaca fresca tiene un sabor ligeramente dulce, cremoso y ligeramente picante. Tiene una sensación de boca completa y rica, con una textura ligeramente granulada. La dulzura proviene de la lactosa, o el azúcar de la leche, presente en la leche. La cremosidad proviene del contenido de grasa, mientras que la espía proviene del ácido láctico producido por las bacterias presentes en la leche. La textura granulada proviene de las proteínas de caseína en la leche.