No existe evidencia científica que sugiera que consumir sangre de vaca sea dañino. De hecho, se ha consumido durante siglos en diversas culturas del mundo. La sangre de vaca es una fuente rica en nutrientes, proteínas, hierro y otras vitaminas y minerales esenciales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que consumir sangre de vaca cruda o poco cocida puede suponer un riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos, como E. coli y Salmonella. Estos riesgos pueden eliminarse cocinando adecuadamente la sangre antes de su consumo.