Un camello puede sobrevivir durante varias semanas sin comida ni agua, pero la cantidad de tiempo exacta varía según cada camello y las condiciones climáticas.
En climas cálidos, es posible que un camello necesite beber cada pocos días, pero en climas más fríos, puede pasar hasta un mes sin agua. Los camellos conservan agua almacenándola en sus jorobas, que pueden utilizar según sea necesario para mantenerse hidratados. También pueden beber grandes cantidades de agua muy rápidamente, lo que les permite reponer sus reservas de agua en poco tiempo.
En lo que respecta a la alimentación, los camellos están bien adaptados para sobrevivir en condiciones duras. Pueden comer una amplia variedad de plantas, incluidas plantas del desierto que la mayoría de los demás animales encontrarían desagradables. Los camellos también almacenan grasa en sus jorobas, que pueden utilizar como energía cuando la comida escasea.
Como resultado de sus adaptaciones, los camellos pueden sobrevivir en algunos de los entornos más desafiantes de la Tierra. Son un recurso importante para las personas que viven en estas regiones, ya que les proporcionan transporte, leche y carne.