Las mariquitas, científicamente conocidas como Coccinellidae, son insectos muy adaptables que pueden sobrevivir en diversos entornos. Sin embargo, su supervivencia está influenciada por factores ambientales específicos, que incluyen:
1. Temperatura: Las mariquitas son insectos de sangre fría, por lo que su temperatura corporal está influenciada por el ambiente externo. Prefieren temperaturas cálidas que oscilan entre 59 °F y 77 °F (15 °C y 25 °C). Por debajo de 50°F (10°C), se vuelven inactivos y pueden entrar en hibernación para conservar energía. Demasiado calor también puede estresar o incluso matar a las mariquitas.
2. Humedad: La humedad adecuada es crucial para que las mariquitas eviten la pérdida de agua y mantengan sus líquidos corporales. Prosperan en ambientes con humedad moderada a alta, que generalmente oscila entre el 50% y el 70%. La baja humedad puede provocar deshidratación, especialmente en climas cálidos y secos.
3. Hábitat y refugio: Las mariquitas buscan refugio para protegerse de los depredadores y de las condiciones climáticas adversas. Prefieren hábitats con vegetación densa, como pastizales, praderas, bosques y jardines, que les proporcionan escondites adecuados. La proximidad a fuentes de alimento, como las infestaciones de pulgones en las plantas, también es esencial para su supervivencia.
4. Disponibilidad de alimentos: Como depredadores, las mariquitas se alimentan principalmente de pulgones, cochinillas, ácaros y otros insectos pequeños. Un suministro adecuado de alimentos es vital para su supervivencia, reproducción y salud en general. Si su presa preferida es escasa, las mariquitas pueden trasladarse a áreas con fuentes de alimento más abundantes.
5. Exposición a pesticidas :Los pesticidas e insecticidas comúnmente utilizados en agricultura y jardinería pueden ser perjudiciales para las mariquitas. Ciertos productos químicos, especialmente los pesticidas de amplio espectro, pueden dañar a las mariquitas directa o indirectamente al matar sus fuentes de alimento.
6. Intensidad de la luz: Las mariquitas se sienten atraídas por las fuentes de luz, particularmente durante sus períodos de dispersión y apareamiento. Sin embargo, la luz excesiva, como la procedente de la iluminación artificial o en entornos urbanos muy iluminados, puede desorientarlos y agotar su energía, haciéndolos vulnerables a los depredadores.
7. Enfermedades y parásitos: Las mariquitas, al igual que otros insectos, pueden verse afectadas por enfermedades y parásitos. Se sabe que las infecciones por hongos, los protozoos y las moscas parásitas afectan a las poblaciones de mariquitas. Las mariquitas sanas tienen más posibilidades de sobrevivir a tales desafíos.
Al comprender y gestionar estos factores ambientales, podemos crear hábitats más favorables y apoyar la supervivencia de las mariquitas, que desempeñan un papel crucial como depredadores naturales en el control de las poblaciones de insectos y la promoción de la biodiversidad en los ecosistemas.