Hay muchas estructuras que ayudan a proteger a las plantas de ser comidas por los animales, pero estos son algunas de las más comunes:
* espinas: Estructuras agudas y puntiagudas que disuaden a los animales de morder o masticar la planta. Piense en rosas, cactus y arbustos de espino.
* espinas: Similar a las espinas, pero estas son hojas modificadas, no tallos. Los encontrarás en plantas como Holly y Agave.
* PINCHES: Más pequeño, más suave y menos agudo que las espinas o las espinas. Se encuentran en plantas como frambuesas y rosas, y pueden irritar las bocas de los animales.
* pelos: Pequeñas estructuras con forma de cerdas que pueden ser irritantes o incluso venenosas para los animales. Algunas plantas, como puntar ortigas, tienen pelos que liberan productos químicos que causan dolor.
* Hojas difíciles: Algunas plantas tienen hojas que son gruesas, coriáceas o fibrosas, lo que las hace difíciles de masticar.
* sabor o olfato desagradable: Muchas plantas producen toxinas o productos químicos que les dan un sabor amargo o un olor desagradable, haciéndolas poco atractivas para los animales.
* recubrimientos ceros: Algunas plantas tienen un recubrimiento ceroso en sus hojas y tallos que las hacen resbaladizas y difíciles para los animales que se agarren.
Es importante tener en cuenta que muchas plantas tienen múltiples mecanismos de defensa, y algunas plantas incluso usan camuflaje o imitación para evitar ser comidos.