Si bien las plantas y los animales parecen muy diferentes en la superficie, comparten algunas similitudes fundamentales:
* Ambos son organismos vivos: Esto significa que comparten características clave de la vida, como:
* Organización: Ambos están formados por células y tienen estructuras complejas.
* Metabolismo: Ambos llevan a cabo reacciones químicas para obtener energía y mantener la vida.
* Crecimiento y desarrollo: Tanto el tamaño y la complejidad con el tiempo.
* Respuesta a los estímulos: Ambos reaccionan a los cambios en su entorno.
* Reproducción: Ambos producen descendencia para garantizar la continuación de su especie.
* Adaptación: Ambos evolucionan con el tiempo para adaptarse mejor a su entorno.
* Están hechos de los mismos bloques de construcción básicos: Tanto las plantas como los animales están hechos de células, que están compuestas de moléculas orgánicas similares como carbohidratos, proteínas, lípidos y ácidos nucleicos.
* Ambos confían en los mismos procesos básicos:
* Photosíntesis: Si bien solo las plantas realizan directamente la fotosíntesis, los animales confían en las plantas para su fuente de energía que inicialmente se crea a través de la fotosíntesis.
* Respiración celular: Tanto las plantas como los animales usan la respiración celular para descomponer las moléculas de alimentos para liberar energía para sus funciones.
* Ambos juegan papeles cruciales en los ecosistemas: Las plantas proporcionan la base de la cadena alimentaria, mientras que los animales son consumidores y ayudan a regular las poblaciones.
Si bien las plantas y los animales comparten estas similitudes fundamentales, también tienen diferencias significativas en la forma en que obtienen energía, reproducen e interactúan con sus entornos. Estas diferencias reflejan los caminos evolutivos únicos que han tomado.