Aquí hay dos influencias humanas en la vida silvestre:
1. Destrucción y fragmentación del hábitat: Los humanos alteran constantemente paisajes para la agricultura, el desarrollo y la infraestructura. Esto conduce a la pérdida de hábitat, lo que afecta directamente a las poblaciones de vida silvestre. La fragmentación, la división de grandes hábitats en parches aislados más pequeños, hace que sea más difícil para los animales encontrar alimentos, compañeros y recursos, interrumpir su comportamiento natural y aumentar la vulnerabilidad a las amenazas.
2. Cambio climático: Las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles, están causando un cambio rápido en el clima de la Tierra. Esto conduce a eventos meteorológicos más extremos, al aumento del nivel del mar y los cambios en los patrones de temperatura y precipitación. Estos cambios afectan directamente a los hábitats de la vida silvestre, obligando a los animales a adaptarse, migrar o enfrentar la extinción. Por ejemplo, los osos polares están perdiendo su hábitat de hielo, mientras que algunas especies están siendo conducidas a altitudes más altas para encontrar temperaturas más frías.