Los poriferanos, o esponjas, son organismos multicelulares muy simples y carecen de muchas de las características que definen a la mayoría de los otros animales. Aquí hay algunas características clave de los animales que los poriferans no exhiben:
* Tejidos verdaderos: Los poriferanos carecen de tejidos verdaderos, lo que significa que no tienen grupos especializados de células que trabajan juntas para realizar funciones específicas. Tienen células libremente organizadas con una coordinación mínima.
* órganos y sistemas de órganos: Carecen de órganos y sistemas de órganos. Esto significa que no tienen estructuras especializadas como estómagos, cerebros, corazones o cualquier otro sistema complejo para la digestión, la función nerviosa o la circulación.
* Simetría: Las esponjas son asimétricas, lo que significa que no tienen un plan o forma corporal consistente.
* Movimiento: Si bien algunas esponjas pueden moverse muy lentamente, generalmente se consideran sésiles, lo que significa que permanecen fijos en un lugar.
* Sistema nervioso: Las esponjas carecen de un sistema nervioso, lo que significa que no tienen la capacidad de sentir o reaccionar ante su entorno de la misma manera que otros animales lo hacen.
* Sistema digestivo: Los porifers carecen de un sistema digestivo. En cambio, confían en la digestión intracelular, donde las células individuales envuelven y descomponen las partículas de alimentos.
* Sistema reproductivo: Si bien las esponjas pueden reproducirse tanto sexualmente como de manera asexual, carecen de órganos reproductivos especializados como gónadas.
En resumen, los poriferans son únicos en su simplicidad y falta de muchas características que se consideran fundamentales para la mayoría de los otros grupos de animales.