Los animales en las llanuras no necesitan calor, sino que se han adaptado al calor de las llanuras de África. Las llanuras de África son un ambiente caliente y seco, con temperaturas que pueden alcanzar hasta 100 grados Fahrenheit (38 grados Celsius). Los animales que viven en este entorno han desarrollado adaptaciones especiales para ayudarlos a hacer frente al calor, como:
- orejas grandes: Muchos animales africanos tienen orejas grandes que los ayudan a disipar el calor. Las orejas están cubiertas en una red de vasos sanguíneos, lo que permite que el calor se libere al aire.
- FURO FIN: Los animales africanos a menudo tienen piel delgada o ningún pelaje en absoluto. Esto les ayuda a mantenerse frescos al sol.
- Adaptaciones de comportamiento: Algunos animales africanos tienen adaptaciones de comportamiento que los ayudan a evitar el calor. Por ejemplo, muchos animales son nocturnos, lo que significa que están activos por la noche cuando las temperaturas son más frías. Otros, como los elefantes, se refugian a la sombra durante las horas más calurosas del día.