Los animales no tienen puntas abiertas como lo hacen los humanos. Las puntas abiertas, técnicamente conocidas como tricoptilosis, se producen cuando la capa de cutícula protectora del cabello se desplace o se deshace, lo que resulta en puntas de cabello quebradizas y dañadas. Esta condición afecta principalmente a los humanos debido a varios factores como el envejecimiento, los tratamientos químicos, el estilo de calor, los factores ambientales y la genética.
El pelaje o el cabello de los animales tiene diferentes estructuras anatómicas y patrones de crecimiento en comparación con el cabello humano. Poseen folículos pilosos más robustos y generalmente sufren patrones de desprendimiento naturales como parte de sus ciclos de crecimiento regulares. Las puntas abiertas no son una preocupación común para la piel animal. Además, los comportamientos de aseo de animales, como lamer o rascar, contribuyen a mantener sus abrigos bien mantenidos.