Los animales que viven en la tierra respiran a través de varias adaptaciones que les permiten extraer oxígeno del aire. Aquí hay algunas formas comunes en que los animales respiran en la tierra:
1. Pulmones:muchos animales, incluidos mamíferos, pájaros y reptiles, poseen pulmones, que son órganos especializados diseñados para el intercambio de gases. Los pulmones consisten en numerosos sacos de aire llamados alvéolos, donde tiene lugar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. El aire se inhala a través de la nariz o la boca, y el oxígeno se transfiere al torrente sanguíneo, mientras que se expulsa el dióxido de carbono.
2. Tráqueas y espiracles:los insectos y algunos otros invertebrados tienen un sistema respiratorio compuesto por una serie de tubos llamados tráqueos. Estas tráqueos se ramifican en todo el cuerpo, que entrega oxígeno directamente a los tejidos. El aire entra a través de pequeñas aberturas llamadas espiráculos ubicados en la superficie del cuerpo.
3. Gills:Ciertos animales terrestres, como los anfibios durante su etapa larval (por ejemplo, renacuajos), poseen branquias externas que les permiten respirar agua. Sin embargo, a medida que maduran, desarrollan pulmones para respirar aire.
4. Respiración de la piel:algunos animales, como ciertos anfibios, gusanos y algunas especies de reptiles, dependen de su piel húmeda para el intercambio de gases. El oxígeno se absorbe a través de la piel y se libera dióxido de carbono. Este tipo de respiración es más común en entornos donde la humedad es alta.
5. PLASTRON y CARAPACE:las tortugas, por ejemplo, tienen una adaptación única donde pueden respirar a través de su plastrón (la parte inferior de su caparazón) y el caparazón (la parte superior de su caparazón). Esto les permite respirar mientras está sumergido en agua o enterrado bajo tierra.
Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos ejemplos, y diferentes grupos de animales pueden tener sistemas respiratorios especializados adaptados a sus entornos y estilos de vida específicos.