Los humanos y las vacas tienen diferentes sistemas digestivos. Las vacas son rumiantes, lo que significa que tienen cuatro estómagos. El primer estómago, el rumen, contiene bacterias que descomponen la materia vegetal. La comida se regurgita y se mastica nuevamente, y luego pasa al segundo estómago, el retículo. El retículo ayuda a romper aún más la comida. Luego, el alimento pasa al tercer estómago, el OmaSum, que absorbe agua y nutrientes de los alimentos. Finalmente, la comida pasa al cuarto estómago, el Abomaso, donde se digiere por las enzimas.
Los humanos, por otro lado, son omnívoros, lo que significa que podemos comer plantas y animales. Tenemos un estómago, que no está tan bien equipado para romper la materia vegetal como el estómago de una vaca. Como resultado, no podemos comer hierba y otras plantas como nuestra principal fuente de alimentos.
Además, los humanos carecen de las enzimas necesarias para digerir la celulosa, que es el componente principal de las paredes celulares vegetales. Esto significa que no podemos obtener todos los nutrientes que necesitamos solo de las plantas. Necesitamos comer productos animales, como carne, pescado y huevos, para obtener los nutrientes que necesitamos.