Plantas:
* Árboles: La sequía puede hacer que los árboles pierdan sus hojas, se atrofien y eventualmente mueran. Algunas especies de árboles que son particularmente vulnerables a la sequía incluyen:
* Robles
* arces
* Fresnos
* abedules
* Pinos
* Arbustos: Los arbustos también son susceptibles a los daños de la sequía y pueden perder sus hojas, atrofiarse y morir. Algunas especies de arbustos que son particularmente vulnerables a la sequía incluyen:
* Azaleas
* Rododendros
* Bojes
* Hortensias
* Weigela
* Flores: Las flores también son vulnerables a los daños de la sequía y pueden marchitarse, perder sus pétalos y morir. Algunas especies de flores que son particularmente vulnerables a la sequía incluyen:
* Rosas
* Lirios
* Tulipanes
* Narcisos
* Girasoles
* Verduras: Las hortalizas también son vulnerables a los daños de la sequía y pueden atrofiarse, producir menos frutos y, finalmente, morir. Algunas especies vegetales que son particularmente vulnerables a la sequía incluyen:
* Tomates
* Pimientos
* Pepinos
* Calabaza
* Frijoles
Animales:
* Insectos: La sequía puede provocar que los insectos pierdan sus fuentes de alimento, se deshidraten y, finalmente, mueran. Algunas especies de insectos que son particularmente vulnerables a la sequía incluyen:
* Pulgones
* Saltamontes
* Grillos
* Hormigas
* Termitas
* Aves: La sequía puede provocar que las aves pierdan sus fuentes de alimento, se deshidraten y, finalmente, mueran. Algunas especies de aves que son particularmente vulnerables a la sequía incluyen:
* pájaros cantores
* gorriones
* Pinzones
* Cardenales
* Azulejos
* Mamíferos: La sequía puede provocar que los mamíferos pierdan sus fuentes de alimento, se deshidraten y, finalmente, mueran. Algunas especies de mamíferos que son particularmente vulnerables a la sequía incluyen:
* Ciervo
* Conejos
* Ardillas
* mapaches
* zarigüeyas