Los animales que se reproducen mediante fertilización externa producen más huevos que los fertilizantes internos debido a factores ambientales y la tasa de supervivencia de la descendencia.
1) Peligros ambientales:cuando la fertilización ocurre fuera del cuerpo, los óvulos y los espermatozoides quedan expuestos a diversos factores ambientales que pueden afectar su viabilidad. Estos factores incluyen fluctuaciones de temperatura, depredación y exposición a sustancias nocivas. Producir una gran cantidad de óvulos aumenta las posibilidades de que algunos sobrevivan y se conviertan en crías a pesar de estos desafíos.
2) Falta de protección:A diferencia de los fertilizantes internos, donde los huevos están protegidos dentro del cuerpo de la hembra, los huevos fertilizados externamente son más vulnerables a la depredación y al daño. Al liberar una mayor cantidad de huevos, la especie aumenta la probabilidad de que algunos escapen de los depredadores y sobrevivan hasta la edad adulta.
3) Bajo éxito de la fertilización:la fertilización externa depende de que los espermatozoides encuentren y penetren los óvulos en el ambiente externo. Este proceso puede ser ineficiente y es posible que muchos espermatozoides no logren alcanzar o fertilizar los óvulos. Para compensar esta menor tasa de éxito de la fertilización, los animales que producen una gran cantidad de óvulos garantizan que al menos algunos sean fertilizados con éxito.
4) Competencia:En especies con fertilización externa, la competencia entre las crías por los recursos es intensa. Es posible que muchos huevos no sobrevivan debido a la disponibilidad limitada de alimentos o a hábitats adecuados. Producir más huevos aumenta las posibilidades de que algunas crías encuentren recursos suficientes y sobrevivan.
5) Evolución y estrategias de supervivencia:La tendencia a producir más huevos en la fertilización externa ha evolucionado con el tiempo como estrategia de supervivencia de la especie. Aquellos que produjeron una mayor cantidad de óvulos tenían más posibilidades de éxito reproductivo y de transmitir sus genes a la siguiente generación.
Si bien los fertilizantes internos pueden producir menos óvulos, tienen la ventaja de proporcionar un entorno más protegido y controlado para los embriones en desarrollo. Esta estrategia reduce la necesidad de producir grandes cantidades de huevos y permite un uso más eficiente de los recursos.