El bisonte estadounidense no se puso en peligro, pero casi lo hizo. Hubo más de 30 millones de bisontes estadounidenses en las Grandes Llanuras a principios de 1800. Sin embargo, a fines del siglo XIX, sus números se habían reducido a menos de 1,000. Esta disminución drástica se debió a una combinación de factores, incluida la sobreventa de los nativos americanos y los colonos europeos, la destrucción del hábitat y la enfermedad.