No, los animales producen una variedad de olores que pueden ser más potentes y desagradables que los aromas humanos. Por ejemplo, los zorrillos rocían un líquido maloliente cuando están amenazadas, y las cabras masculinas emiten un olor fuerte y almizcle durante la temporada de apareamiento. Si bien algunos animales pueden tener un olor más agradable, como flores o pan recién horneado, los humanos aún producen una variedad de olores desagradables, como el olor corporal, el sudor y la flatulencia.