Sí, muchos otros animales tienen relaciones simbióticas con microorganismos. Algunos ejemplos incluyen:
- Microbiota intestinal: Los animales herbívoros, como las vacas y las ovejas, dependen de la microbiota intestinal para descomponer la celulosa y otros materiales vegetales complejos que no pueden digerir. Estos microbios producen enzimas que descomponen la materia vegetal en moléculas más pequeñas que los animales pueden absorber.
- Fijación de Nitrógeno: Ciertas bacterias viven en los nódulos de las raíces de las leguminosas, como los frijoles y los guisantes. Estas bacterias convierten el nitrógeno atmosférico en amoníaco, que luego las plantas pueden utilizar para sintetizar proteínas y otros compuestos que contienen nitrógeno.
- Polinización: Muchas plantas dependen de animales, como abejas, mariposas y pájaros, para transportar el polen entre las flores para su fertilización. Estos animales se benefician del néctar y el polen que consumen durante el proceso.
- Dispersión de semillas: Algunos animales, como las hormigas y las ardillas, dispersan las semillas alejándolas de la planta madre. Esto ayuda a garantizar que las semillas tengan más posibilidades de encontrar las condiciones adecuadas para la germinación y el crecimiento.
- Limpieza y Aseo: Algunos animales, como ciertas especies de aves y peces, participan en una simbiosis de limpieza en la que eliminan parásitos y desechos de la superficie de otros animales. Esto beneficia tanto al limpiador como al animal huésped manteniéndolo sano y libre de parásitos.
- Simbiosis defensiva: Ciertas especies de hormigas participan en simbiosis mutualista con pulgones. Las hormigas protegen a los pulgones de los depredadores y les brindan refugio a cambio de la melaza que producen los pulgones.
Estos son sólo algunos ejemplos de las diversas y esenciales relaciones simbióticas que existen entre animales y microorganismos. Se pueden encontrar asociaciones simbióticas similares en una amplia gama de especies animales en diferentes ecosistemas.