Es importante reconocer que no todos los animales confían en los humanos que podrían haber abusado de ellos. Los animales poseen instintos de supervivencia y responden en consecuencia ante individuos que muestran un comportamiento abusivo. Sus reacciones pueden variar; en algunos casos, el miedo y la evitación son comunes, lo que lleva a los animales a retirarse y mantenerse alejados de aquellos identificados como dañinos. Algunos animales maltratados desarrollan desconfianza, lo que puede resultar en agresión como mecanismo de autodefensa si se sienten acorralados o amenazados. Generar confianza generalmente implica un proceso paciente y responsable en el que los abusadores aprenden a mostrar amabilidad y respeto hacia el bienestar del animal afectado.