Pérdida de hábitat - Ésta es la principal causa de peligro de extinción para las especies. A medida que crece la población humana, necesitamos más espacio para nuestras ciudades, pueblos, granjas e infraestructura. Esto significa limpiar los hábitats naturales, lo que destruye los hogares y las fuentes de alimento de los animales salvajes.
Caza - Muchas especies son cazadas para obtener alimento, pieles u otras partes del cuerpo. Esto puede provocar una rápida disminución de sus poblaciones, especialmente si también enfrentan otras amenazas como la pérdida de hábitat.
Contaminación - La contaminación causada por actividades humanas puede dañar o destruir hábitats y también envenenar la vida silvestre. Esto puede provocar problemas de salud, problemas reproductivos e incluso la muerte.
Cambio climático - El cambio climático está provocando que el clima de la Tierra cambie rápidamente, lo que está alterando los ecosistemas y dificultando la adaptación de muchas especies. Esto puede provocar una disminución de sus poblaciones y un mayor riesgo de extinción.
Especies invasoras - Las especies invasoras son especies no nativas que han sido introducidas en un área y pueden causar daño a las especies nativas. Pueden competir con especies nativas por alimentos y recursos, transmitir enfermedades e incluso aprovecharse de ellas.
Sobrepesca - La sobrepesca se produce cuando los peces se capturan más rápido de lo que pueden reproducirse. Esto puede provocar un colapso de las poblaciones de peces, lo que puede tener un efecto dominó en todo el ecosistema.
Caza furtiva - La caza furtiva es la caza ilegal de animales. Es una gran amenaza para muchas especies en peligro de extinción, especialmente aquellas que son valiosas por su pelaje, piel o carne.