Los protistas parecidos a animales, también llamados protozoos, se pueden encontrar en una amplia gama de hábitats, que incluyen:
1. Ambientes de agua dulce:muchos protozoos prosperan en hábitats de agua dulce como lagos, estanques, ríos y arroyos. Ejemplos de protozoos de agua dulce incluyen amebas, paramecios y euglena.
2. Ambientes marinos:Los protozoos son abundantes en los ecosistemas marinos, habitando la columna de agua, los sedimentos del fondo marino e incluso las superficies de los organismos marinos. Los protozoos marinos incluyen diatomeas, dinoflagelados y foraminíferos.
3. Suelo:Algunos protozoos se encuentran en ambientes del suelo, donde contribuyen al ciclo de nutrientes y a la descomposición de la materia orgánica. Ejemplos de protozoos del suelo incluyen amebas, flagelados y ciliados.
4. Relaciones simbióticas:muchos protozoos forman relaciones simbióticas con otros organismos. Por ejemplo, algunos protozoos viven en el sistema digestivo de los animales y ayudan en la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes. Los ejemplos incluyen trichonympha en termitas y Paramecium bursaria en platelmintos.
5. Protozoos parásitos:Algunos protozoos son parásitos que pueden causar enfermedades en animales y humanos. Estos protozoos parásitos pueden residir en la sangre, el tracto digestivo u otros tejidos de sus huéspedes. Los ejemplos incluyen Plasmodium, que causa la malaria, y Trypanosoma, que causa la enfermedad del sueño africana.
En general, los protozoos se pueden encontrar en diversos ambientes, desde ecosistemas marinos y de agua dulce hasta el suelo y asociaciones simbióticas con otros organismos.