El sol no da agua directamente a los animales en el desierto. Los desiertos se caracterizan por calor extremo, baja humedad y disponibilidad de agua limitada. Los animales que habitan los desiertos tienen adaptaciones para sobrevivir en estas duras condiciones, como la capacidad de almacenar agua de manera eficiente, minimizar la pérdida de agua y encontrar fuentes de agua cuando están disponibles. Por lo general, obtienen agua bebiendo de fuentes de agua naturales como oasis, manantiales o ríos, o consumiendo plantas y animales ricos en humedad.