En general, los animales de tierra seca carecen de las enzimas digestivas necesarias y la microbiota intestinal especializada para descomponer de manera eficiente y digerir materiales plásticos. Como resultado, el plástico se acumula en sus sistemas digestivos, causando graves problemas de salud que van desde la desnutrición y las lesiones internas hasta la movilidad reducida y la disminución general de la condición física. Por lo tanto, la ingestión plástica plantea una amenaza significativa para la salud y la supervivencia de varias criaturas terrestres.