En realidad, los papás no comen más que los demás. Puede haber una percepción de esto, ya que los papás pueden comer de manera diferente y algunos papás tienden a disfrutar de alimentos abundantes o ricos en calorías. Esto puede dar lugar a la idea de que comen mucho. Sin embargo, no hay evidencia científica que sugiera que los padres consuman mucho más que la persona promedio.